Alimentarse nutritivamente es fundamental para una buena salud y no siempre elegimos lo que nos conviene. Hoy en día tenemos muchos productos procesados que nos ofrece la industria alimentaria y que pueden hacer daño si los consumimos con mucha frecuencia o si tenemos una condición especial, como es el caso de diabetes, hipertensión o cáncer. Estos productos varían en la cantidad de ingredientes. Es importante saber que mientras menos ingredientes tengan es mejor y el orden de los factores altera el producto, ya que los ingredientes en una etiqueta van organizados de mayor a menor concentración.
GUÍA PARA ENTENDER LA INFORMACIÓN DE LAS ETIQUETAS:
TAMAÑO POR RACIÓN: Este dato es el más importante ya que todos los nutrientes de la lista se basan en esta cantidad, en un empaque pueden haber varias raciones.
VALOR DIARIO (%): Es el valor recomendado de un nutriente que necesitas por día. Un alimento que tenga más del 20% de valor diario es una buena fuente de
alimentación.
CALORÍAS TOTALES: Un producto que tenga más de 200 Kcal por cada 100 g es concentrado en energía y favorecerá una dieta de alta densidad energética, mientras que uno cuyas calorías no superan las 100 Kcal por cada 100 g nos ayudará a disminuir la densidad calórica de la dieta. Un alimento de cero calorías puede ser un producto no saludable y
uno con muchas calorías podría ser bastante saludable, como el caso del guineo y el mango.
COLESTEROL: El colesterol se encuentra solo en productos animales, evítelo si tiene el colesterol en sangre muy elevado.
CARBOHIDRATOS TOTALES: Energía para sus músculos y cerebro. Ciertas clases de carbohidratos a veces están incluidos.
FIBRA TOTAL: Un producto con buena proporción de fibra debe contener
aproximadamente 10 g de fibra por cada 100 g de producto.
AZÚCARES: Se considera alto 10 g o más de azúcar por cada 100 g. No debes superar 25 g de azúcar al día y esta debe ser proveniente de las frutas, no añadida.
GRASA TOTAL: El aporte total de grasas es importante y para ello, debemos atender a los gramos de grasas por cada 100 g de alimento, siendo siempre recomendable que el producto no supere el 30%.
SODIO: El aporte de sodio de un alimento interesa especialmente a aquellas personas con problemas cardiovasculares o hipertensión que deben llevar una dieta hipo sódica. Para ello, es más sencillo escoger aquellos productos que aporten menos de 200 mg de sodio por cada 100 g de alimento. Un dato importante, no te olvides de revisar la fecha de vencimiento o caducidad del producto. Conocer estos datos nos ayudará a escoger los ingredientes aptos para nuestra dieta y moderar el tiempo en que los vamos a consumir. “Las calorías importan, pero son sólo una parte de la historia. Diferentes tipos de calorías (alimentos) producen diferentes resultados a nivel cerebral, hormonal e intestinal. Más allá de las calorías, la comida es información para nuestro cuerpo”. Dra. Altagracia Hernández
VALIDADO POR LA DRA. ALTAGRACIA HERNÁNDEZ / Nutrióloga Clínica